jueves, 11 de octubre de 2018

“PEDAGOGÍA DEL OPRIMIDO” DE PAOLO FREIRE Y NUEVA CLASE DE TEATRO


Martes 25, de octubre. Debate del texto “pedagogía del oprimido”
Este martes fue nuestra cuarta sesión de la asignatura de programas de animación sociocultural, y al igual que en una de las sesiones anteriores, primero hicimos una lectura individual y en casa del texto “pedagogía del oprimido” de Paolo Freire y una vez en clase nos pusimos en circulo de forma que nos pudiéramos ver todos/as. De esta forma hemos tratado las ideas principales del texto y aquello que más nos ha llamado la atención a cada uno/a de nosotros/as.
En nuestra opinión esta forma de realizar las lecturas y de exponer las ideas principales es participativa y ayuda a ver el texto de otras formas distintas y a comprender mejor algunas partes de este. De esta forma, la clase se vuelve más dinámica y no es la típica clase en la que los/as alumnos/as escuchan y el profesor se dedica a hablar, lo que desencadena en la falta de atención y las continuas distracciones de los/as alumnos/as.
En este capítulo, Freire trata sobre el sistema educativo y la relación existente entre el educador y el educando. Como comparativa, utiliza el sistema bancario. Para Freire, el objetivo principal del educador es que el educando memorice el temario para después “vomitar” los contenidos de este en una prueba final, sin importar si el educando ha aprendido algo o no.
La conclusión general extraída en este circulo de debate fue el hecho de intentar cambiar la mentalidad de las personas oprimidas para que dejen de serlo. Los de arriba nos intentan convencer de que somos libres, pero esto no es así. Es en las propias aulas en las que nos controlan y nos adoctrinan.
Pese a que este texto esta escrito y basado en los años 50, en la actualidad el sistema educativo esta reflejado en muchos aspectos.
El educador debe contribuir en el cambio del educando para poder avanzar y cambiar la sociedad.
Jueves 27 de octubre. Volvemos al teatro.
Este jueves hemos vuelto a realizar una clase de teatro. Para llevar a cabo esta clase práctica hemos quitado todas las sillas y mesas para conseguir un gran espacio de trabajo sin obstáculos y en la que poder movernos con total libertad.
Para empezar, hemos retomado juegos anteriores para ir calentando, el primero de ellos a sido el juego de pasar energía de un compañero a otro. A continuación, hemos introducido otro juego, siguiendo en la estructura de circulo, en la que ya estábamos, en este nuevo juego pasábamos el turno a uno de los dos compañeros de al lado diciendo la palabra “GIA” y señalando hacia el lado que queríamos pasarlo. Una vez asentada esta modalidad hemos ido añadiendo distintas variantes.
La primera variante fue devolverle la energía a la persona que te la había pasado, para ello se debía decir “WACA” mientras se hacia una especie de sentadillas con los brazos arriba.
La siguiente variante consistía en decir la palabra “FRISBY” y hacer como si se lanzara un Frisby imaginario tres veces en tres direcciones distintas mientras el resto de las personas seguían el recorrido de este Frisby y decían “OOOOOOH”.
Y la ultima de las variantes introducidas fue decir “BONSAY” mientras se juntaban las manos y después se abrían. Después e esto la persona que había dicho "bonsay" miraba hacia uno de los dos lados y el compañero al que dirigía la mirada tenia que decir una palabra para comenzar una frase que se construiría con cada una de las palabras que iría diciendo cada uno de los compañeros hasta llegar a la persona que dio inicio a esta variante.
El tercer juego consistía en mantener la mirada con una persona e intercambiar el sitio en el circulo con ella acercándose hasta el centro sin perder el contacto visual. Después la persona que había sido seleccionada buscaba a otra persona y se repetía el proceso. Poco a poco se han ido añadiendo parejas por lo que había más de dos personas intercambiándose a la vez. Este juego no ha acabado muy bien puesto que al ser muchas personas era complicado centrar la mirada y que la otra persona se diera cuenta.
El objetivo de estos juegos es perder la vergüenza y crear un clima de grupo para coger ritmo e introducir “juegos” más complejos y enriquecedores.
A continuación, nos hemos repartido por la clase y hemos comenzado a caminar como si cada uno de nosotros estuviéramos solos en la sala. De vez en cuando el profesor nos hacia parar y mirar a las personas que teníamos a nuestro alrededor y seguíamos caminando. Después de un rato realizando este juego se han introducido nuevas variantes. Cuando el profesor decía “UNO”, todos nos parábamos y levantábamos la mano diciendo “EY, TAXI”. Esta acción se repetía con distintos números y distintas contestaciones de los alumnos. A la palabra “DOS” correspondía a la contestación “POS VA A SER QUE NO”, a la palabra “TRES” contestábamos “JO NO HE SIGUT” mientras poníamos cara de pena y cuando decía “CUATRO” nosotros decíamos “CHE CORRE”. No existía un orden en el que decir los números, era totalmente de forma aleatoria y desordenada.
Después de poner en práctica esto, hemos seguido con la dinámica de caminar por el aula, pero esta vez cuando el profesor hacia una señal, teníamos que pararnos y mirar a la persona que teníamos enfrente de nosotros y reaccionar como si fuera un amigo o conocido que hacia 5 horas que la habíamos visto. Después de esto continuábamos caminando siguiendo con la dinámica anterior, pero, con la diferencia de que cada vez que nos parábamos con la persona que teníamos enfrente cambiaba el tiempo que hacía que no habíamos visto a la persona (5 días, 5 años y 50 años). Esto nos hacia ver como cambiaban los saludos y, en general, la manera de relacionarse dependiendo del tiempo que hacia que no la habías visto.
En la siguiente actividad nos hemos puesto en dos filas mirando a la persona que teníamos enfrente en la otra fila. En esta ocasión teníamos que imitar a la persona que teníamos delante como si nos estuviéramos mirando en un espejo, siguiendo la música. Durante este proceso hemos ido cambiando el rol de imitador e imitado.
Seguido de esta actividad hemos vuelto a formar un circulo y nos hemos emparejado con la persona que teníamos al lado. Ahora, una de las personas asumía el rol de cámara y la otra de fotógrafo. En esta actividad, el fotógrafo tenía que guiar al cámara por la sala, mientras este último tenía los ojos cerrados, y cuando llegasen a un sitio que al fotógrafo le gustase de la clase tenia que apretarle la mano para que el cámara abriera los ojos. Después hicimos un cambio de rol, pero en esta ocasión, el fotógrafo tenia que guiar al cámara a tres sitios de la clase que no le gustaran.
Al finalizar con las fotografías, la clase se dividió entre los que habían sido cámaras y habían hecho fotos de lugares agradables y los que, por el contrario, habían hecho fotos de lugares feos. Al ser un grupo tan grande, estos dos grupos los dividimos en dos subgrupos para así poder trabajar de una forma mas cómoda. Una vez formados estos cuatro grupos, lo que hicimos fue hablar entre nosotros para ver que era lo que nos habían hecho fotografiar y decidir cuál sería nuestro concepto clave y decidir cómo representarlo en una escultura.
Una vez decidida la escultura, por grupos fuimos creándola en el centro de la clase para que los demás compañeros la observasen y adivinaran que eran lo que estaban representando.
Para finalizar la clase, hemos formado el circulo y algunos de nosotros hemos dado nuestra opinión sobre lo que nos ha parecido la clase. En general, estas clases nos parecen una salida de la rutina de clases, a la vez que lo consideramos una forma de perder la vergüenza y crear una unión como grupo, dado que muchos de nosotros no nos conocemos y es la primera vez que coincidimos.


Los niños precisan tener asegurado el derecho de aprender 

decidir, cosa que sólo se hace decidiendo.” – Paulo Freire







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